martes, 14 de abril de 2015

Principios Básicos Aprendizaje Colaborativo según el Dr. Spencer Kagan


 El Dr. Spencer Kagan es autor de renombre mundial y orador principal en el campo de la educación y la psicología. Era un psicólogo y de tiempo completo profesor clínico de Pyschology y educación en la Univeristy of California Berkley. Kagan estableció publicidad y Desarrollo Profesional y ha proporcionado talleres y conferencias magistrales en más de treinta países. Su principal creencia sobre el comportamiento es que debe establecerse mediante el uso de estructuras con el fin de prevenir y redirigir el mal comportamiento. Desarrolló el aprendizaje basado en el cerebro populares cooperativa, y múltiples estructuras de inteligencia como "Cabezas Numeradas juntos" y "Programado Par de Acciones," que se utilizan en las aulas de todo el mundo. La investigación de Kagan se centra en establecer aulas armoniosas, promover un comportamiento responsable, la mejora de las habilidades sociales de los alumnos, las cualidades del carácter, y el rendimiento académico.
 Según Kagan, el modelo “Aprender Juntos” no estructura la participación entre los miembros de un equipo para que haya una participación igualitaria, en el sentido de que deja que la participación de los estudiantes surja espontáneamente –no forzada por ninguna “estructura”- dentro de los equipos. Por ejemplo, un profesor que aplica este modelo puede estar satisfecho sólo porque los estudiantes discuten de forma “desestructurada” algo en el equipo (el modo de resolver un problema o de hacer alguna actividad…). Esta participación “desestructurada” –en este caso, en forma de discusión no garantiza que dicha participación sea igualitaria para todos los miembros de un equipo: mientras que los que, seguramente, más necesidad tienen de verbalizar su punto de vista son los que menos oportunidades tienen de ello, precisamente porque los que quizás menos lo necesitan monopolizan prácticamente toda la participación. Dejar la igualdad de participación en manos de los estudiantes es hacerse falsas ilusiones y casi siempre acaba en participación desigual. En este sentido, las estructuras cooperativas de Kagan u otras estructuras similares garantizan la participación –igualitaria o equitativa hasta cierto punto- de todos los miembros de un equipo.

Interdependencia positiva: consiste en estar enlazados los grupos para  conseguir un objetivo, una meta que consiste en que cada miembro del grupo cumpla con sus tareas. Un ejemplo de interdependencia es  la disponibilidad de ayudar en el grupo, todo el mundo tiene  derecho a pedir ayuda a los compañeros, y todos  saben que es de interés colectivo atender  la  petición  de ayuda de los demás. De esta manera, los  más "débiles" en algún campo se pueden beneficiar de la  ayuda de los más competentes, al mismo tiempo que los más preparados pueden fortalecer sus conocimientos  verbalizando,  explicando, simplificando y reorganizando lo que saben para que  llegue a ser accesible para los compañeros.

Responsabilidad individual: cada miembro se considera individualmente responsable de alcanzar la meta del colectivo, la participación debe ser equivalente entre  todos para que así no exista el individualismo. La actividad de M. Kagan, cabezas numeradas, es un ejemplo de cómo se puede llevar a la práctica este principio  de responsabilidad individual: el profesor forma grupos, numera sus miembros y hace una  pregunta (por ejemplo,  de  vocabulario,  de gramática,  de comprensión de un texto, etc.). Cada grupo elabora una respuesta. Luego, el profesor llama a un número y los estudiantes a los que se les ha asignado ese número contestan a la pregunta, basándose en la elaboración colectiva que el grupo acaba de llevar a cabo.

Interacción simultánea: en el aprendizaje cooperativo, el grupo trabaja "cara a cara", con una relación estrecha y a corta distancia. Por eso y a fin de garantizar una buena interacción comunicativa en el grupo, intercambio de retroalimentación, estímulos creativos y control autorregulador del comportamiento, es fundamental que el  grupo  trabaje en un ambiente psicológico de disponibilidad y mutuo apoyo. No sorprende que  la calidad de la relación entre personas que trabajan juntas tenga un impacto enorme sobre sus resultados.

Igual participación: una carencia bastante común en los grupos de aprendizaje es la falta de  formación para las actividades en equipo. No es suficiente con juntar a los estudiantes esperando que sus experiencias previas (escolares y de vida) les proporcionen todo lo necesario para trabajar bien en equipo. Sobre todo con grupos  duraderos, la probabilidad de interacción negativa es muy alta; de ahí viene la importancia  que  el aprendizaje cooperativo atribuye a la formación de la "competencia social" de los estudiantes. Esta preparación apunta a que se experimenten en clase estrategias y destrezas para hacer frente a las complejas dinámicas del grupo y para conseguir una sinergia donde todos asumen responsabilidades de cara a los objetivos del  grupo y al aprendizaje individual.
  De una forma más operativa, podemos decir que una estructura cooperativa de la actividad corresponde a una determinada forma de organizar las sucesivas operaciones que los alumnos deben seguir en el momento de llevar a cabo una determinada actividad o tarea, de modo que se asegure al máximo lo que Spencer Kagan denomina la participación igualitaria y la interacción simultánea.
  Los miembros de un equipo de aprendizaje cooperativo tienen una doble responsabilidad: aprender ellos lo que el profesor les enseña y contribuir a que lo aprendan también sus compañeros de equipo y así el profesorado utiliza el aprendizaje cooperativo con una doble finalidad: para que el alumnado aprenda los contenidos escolares, y para que aprenda también a trabajar en equipo, como un contenido escolar más. Es decir, cooperar para aprender y aprender a cooperar.
  En resumen se puede afirmar que la teoría de Kagan no se trata de que los estudiantes de una clase hagan, de vez en cuando, un “trabajo en equipo”, sino de que estén organizados, de forma más permanente y estable, en “equipos de trabajo” fundamentalmente para aprender juntos, y, ocasionalmente, si se tercia, para hacer algún trabajo entre todos.  El aprendizaje cooperativo no es sólo un método o un recurso especialmente útil para aprender mejor los contenidos escolares, sino que es, en sí mismo, un contenido curricular más que los alumnos deben aprender y que, por lo tanto, se les debe enseñar.

Reseñadores:


Lcda. Elena Carolina Sánchez Ramírez


Abg. José Ángel Cornielles Hernández


Abg. Marcia Gabriela Torrealba Cañizalez


Prof. Jackson Rodrigo Parra Betancourt
Fuente:

KAGAN, S. (1999): Cooperative Learning. San Clemente: Resources for Teachers, Inc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario